No la busques en la grada del Colombino porque suele camuflarse entre amigos y familiares. A veces, cuando la Marea Azulyblanca abandona las orillas del Odiel y se embarca hacia tierras lejanas, el onubense se arma de valor, se aferra a sus clanes, y por millares se congregan para luchar por su Rey, el Decano. Entonces, en el momento culmen de la batalla, cuando la derrota es inevitable para las Hordas Recreativistas, volverás a buscar entre los tuyos esa pasión que os ha llevado hasta el final. Sin embargo, es sólo en tu interior donde podrás encontrar el coraje que encarna a nuestro pueblo, al valor que hace que un onubense jamás se rinda, a la Furia Choquera que brota como nuestra sangre azul y blanca cuando la negra muerte nos ronda.
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