Bien ha llovido desde aquella
dolorosa derrota en Pamplona, la cual certificó nuestro fatídico descenso hasta
el pozo deportivo en el que aún hoy nos encontramos: la 2ªB. Bien ha llorado el
Recreativismo, desde aquel 31 de mayo del año 2015, como consecuencia de todos
los males que no han dejado de cebarse, uno tras otro y sin tregua alguna, con
el Decano del Fútbol Español. Bien han peleado los Recreativistas para que el
Real Club Recreativo de Huelva siga respirando, existiendo, compitiendo, sin
pararse a pensar en que la muerte de nuestro sueño azul y blanco era ineludible.
Y, aun así, jamás se rindió un solo Recreativista durante toda esta guerra
perpetua, a pesar del inesperado enemigo que brotó como las malas hierbas entre
nuestros propios paisanos, entre nuestros propios amigos, entre nuestros
propios hermanos, de cuyas bocas y gestos emergieron voluntades inesperadas que
exigían el fin de nuestra pasión, de nuestra fe en el Decano.
Volviendo a lo deportivo, hacía
1275 días que el Real Club Recreativo de Huelva no viajaba tan al norte, por lo
que el desplazamiento hacia Talavera de la Reina será una de las mayores
pruebas para el Recreativismo en estos más de 3 años de crisis. Y aunque no
hace falta volver a demostrar que la Afición Decana es una de las más fieles de
toda España, a pesar de todas las dudas que hayan intentado sembrar los
anteriormente mencionados, además de otros forasteros, serán cientos de
onubenses los que se desplazarán hasta tierras castellanas para llevar los
colores de nuestra Huelva por bandera, con la elegancia y el empaque propio de todos
aquellos paisanos que aman nuestros montes, tierras, costas y tradiciones, con el
orgullo de saber que jamás se rendirán ni desfallecerán porque son gentes duras
de la Vieja Tartessos.
Regresando
a nuestra Huelva marinera, tal vez sean tiempos para estar contentos porque la
solución al Decano puede estar cerca, pero con prudencia siempre. Sabemos que
aún no se ha conseguido una importante victoria en cuanto a lo deportivo, pero
sí estamos en camino hacia un aplastante triunfo frente a la desaparición y frente
al olvido al que los antedichos elementos querían condenar al Real Club Recreativo
de Huelva. A pesar de todo el daño que han intentado hacernos, yo les tendería
la mano, e intentaría encontrar puntos de vista en común para que pudiesen
disfrutar del mismo sentimiento que nos une a la mayoría de los onubenses; y
que el Recreativismo sea mucho más que un
movimiento deportivo, englobando aquellas inquietudes que nos afectan o no a
todos los habitantes de la Provincia, ya sean sociales, culturales, económicas
o políticas, y haciendo que todos los onubenses estemos más unidos en este
maravilloso rincón en el que nos ha tocado vivir, y solo una vez. Y, por
ello, desde la Furia Choquera queremos dedicarles esta coplilla.
Sabemos que somos como un huracán
azulyblanco.
Sabemos que siempre estaremos hasta el
final.
Y que nunca jamás nos harán caer, al
Recreativismo,
pues te llevamos en la sangre y a fuego en la piel.
pues te llevamos en la sangre y a fuego en la piel.
Llevándote en el corazón, Recre, como una
religión,
eres el Decano, nuestras raíces, garra y pasión.
No aguantaríamos ni un instante sin ti, Abuelo,
ni dejaremos que esta unión se pueda romper.
eres el Decano, nuestras raíces, garra y pasión.
No aguantaríamos ni un instante sin ti, Abuelo,
ni dejaremos que esta unión se pueda romper.
Llevamos en las venas tus colores y tu furia en
el interior.
No existe la derrota si hay corazones que sientan de verdad.
No aguantaríamos ni un instante sin ti, Abuelo,
ni dejaremos que esta unión se pueda romper.
No existe la derrota si hay corazones que sientan de verdad.
No aguantaríamos ni un instante sin ti, Abuelo,
ni dejaremos que esta unión se pueda romper.
Sabemos que somos como un huracán
azulyblanco.
Sabemos que siempre estaremos hasta el final.
Y que nunca jamás nos harán caer, al Recreativismo,
pues te llevamos en la sangre y a fuego en la piel.
Sabemos que siempre estaremos hasta el final.
Y que nunca jamás nos harán caer, al Recreativismo,
pues te llevamos en la sangre y a fuego en la piel.
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