En aquellos días de infarto que se vivieron durante la campaña "Líberos del Decano" el Recreativismo consiguió que el Real Club Recreativo de Huelva no desapareciera, gracias, sobre todo, a la aportación de particulares y empresarios, y al enorme trabajo realizado por los miembros de la Federación de Peñas y del Recreativo Supporters Trust. Todo unido a la intrépida decisión del Ayuntamiento de Huelva de declarar al equipo más antiguo de España como Bien de Interés Cultural; no sólo por el hecho de serlo, sino por todo lo que representa a nivel histórico, social y deportivo.
Sin embargo, podemos afirmar y demostrar que, durante este par de años, el consistorio onubense, dueño del Decano, se ha olvidado por completo de que el Real Club Recreativo de Huelva es de Primera, o al menos lo fue no hace mucho tiempo. Y el Recre es de Primera, señores encorbatados, por su historia, porque desde mediados del siglo XIX ya se jugaba al fútbol en la Provincia de Huelva, cuando en las actuales localizaciones del balompié moderno apenas se tenía conocimiento de esta actividad deportiva, la cual reina actualmente en todo el planeta.
Además, el Recreativo cuenta con una masa social formada por más de nueve mil socios y, si se tercia, con más de veinte mil aficionados, por lo que no podemos alejarnos de la incuestionable afirmación de que el Decano sigue siendo de Primera. Un Recreativismo que ha sido capaz de llenar el Nuevo Colombino en todas las ocasiones en las que su equipo lo ha necesitado; un Recreativismo único, grande y fuerte, que incluso militando en Segunda División "B" ha sido capaz de conseguir una asistencia de público entre las diez mayores de España, superando en numerosas ocasiones a otros estadios del fútbol profesional, como los pertenecientes a ciudades que multiplican por tres, por cuatro o por cinco a la población de Huelva.
Y a pesar de los tiempos de oscuridad que ahora se viven en el Recreativismo, tenemos que ratificar que la cantera del Real Club Recreativo de Huelva es de Primera. Desde las categorías inferiores, hasta aquellos jugadores de la Provincia de Huelva que actualmente juegan en el primer y en el segundo equipo, realizando, en general, un papel notable. Y todo se ha hecho gracias a unos trabajadores y unas instalaciones que fueron abandonados a su suerte, como la Ciudad Deportiva del Decano, la cual hubiesen deseado, en sus mejores días, muchos de los equipos punteros de España; o el Estadio Colombino, que también está sufriendo en sus carnes la etapa más aciaga que se recuerda.
Sé que estas letras no servirán para mucho, señores encorbatados, porque rige en mí el convencimiento de que ya estarán al corriente de todos estos detalles. Aunque ustedes, que de una u otra manera decidieron invertir su patrimonio (y el de la ciudad de Huelva) en el Recreativo, ya habrán sido informados a lo largo de estos días de otros aspectos que no han escapado a los ojos ni a los oídos de ningún aficionado al fútbol en toda España. Lógicamente, me refiero al enorme problema económico que se cierne, y más grave que nunca, sobre la entidad, una auténtica vergüenza después del sacrificio que hicieron todas aquellas personas que se entregaron en cuerpo y alma a la campaña "Liberos del Decano", entregando muchos de sus ahorros, su tiempo, y algo que no está pagado con todo el oro del mundo, la ilusión y el amor por el escudo y por los colores del Recreativo.
Como cualquier Recreativista, señores encorbatados, imploramos que se vuelvan a poner al día las cuentas del Club; que se abone todo lo que se le debe a los trabajadores, al cuerpo técnico y a los jugadores; y que se paguen por completo las deudas con Hacienda y con la Federación Andaluza, entre otros. Para su tranquilidad, sepan de una puñetera vez, que esa apuesta que deberían hacer por el Decano del Fútbol Español jamás caerá en saco roto; y que, al igual que la Afición Recreativista sabe reconocer lo más negativo de un dirigente desleal, sabremos agradecer de por vida lo que ustedes vinieron a hacer al Club: ganar dinero y salvar al Real Club Recreativo de Huelva. Y si no estáis por labor, tendremos que ser nosotros los que tomemos el mando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario