Por si algún onubense o interesado en el tema anda un poco despistado, el Real Club
Recreativo de Huelva, hoy en día, es una empresa pública propiedad del Ayuntamiento
de Huelva. Además, es un Bien de Interés Cultural, y, gracias a muchos factores
que jamás volverán a repetirse, siempre será el Decano del Fútbol Español. Pero,
el Recre, sobre todo, es un arraigado sentimiento, casi una religión para los
que tenemos la suerte o la desdicha de amar su escudo, sus colores y a sus fieles.
El Recreativo de Huelva es algo en lo que se tiene que creer, algo que tiene que
sentirse, para poder demostrarse a uno mismo de que no se trata de un simple
equipo de fútbol, por más humilde que sea su grandeza.
Para todos
aquellos onubenses que no conciban nuestra divina locura, y se presten a leer,
a escuchar, y, sobre todo, a reprochar y a echar por tierra nuestra fe,
decirles que el Real Club Recreativo es el ente que más personas de Huelva ha
sido capaz de desplazar al mismo tiempo fuera de las fronteras de nuestra
provincia, muchas más de las que asistirían a cualquier concierto de rock, muchas más
de las que pudiesen acudir a cualquier romería o procesión, o muchas más de
las que irían a un simple acto político. Ha sido, es y será la única entidad
onubense capaz de movilizar a decenas de miles de ciudadanos para luchar por la
supervivencia del Recre, manifestándose, tomando las calles de Huelva,
organizándose mediante una fuerte unión, y siendo capaces de reunir hasta casi
1 millón de euros para impedir que desapareciera. Ah, y ahora recuerdo que, en
ciertas ocasiones, cincuenta mil recreativistas se suelen reunir en torno a una
fuente para compartir juntos la alegría de toda una ciudad, nuestra Huelva.
Por
todo lo anterior, por la enorme presión social, y, probablemente, por el
respeto a nuestros antepasados, el Ayuntamiento expropió las acciones del Real
Club Recreativo de Huelva para que, en resumidas cuentas, no desapareciera;
pues los políticos (al menos el 80% de nuestros representantes) eran
conscientes de que, si dejaban morir al Decano, el pueblo de Huelva se iba a
echar a la calle de nuevo, y con una furia jamás vista en la ciudad. Quizás eso
diga mucho de los recreativistas; y es triste en cierta manera. Me refiero al
hecho de que miles de onubenses estarían dispuestos a sacrificarlo todo por el
Real Club Recreativo de Huelva, y que, en cambio, haya onubenses que aún viven bajo
el conformismo más absurdo, y permiten sus hijos respiren la mierda que
respiramos en nuestra ciudad. Pero bueno, eso es otra historia. El que quiera
algo que luche por lo suyo, que no se dedique a arreglar el mundo por las redes
sociales mientras aguarda sentado a que algo caiga, y no precisamente desde el
cielo, y que tenga los santos cojones que pedirle una cita al alcalde para que
lo escuche.
La
verdad es que todo esto cansa, tener que escuchar una y otra vez que el
Ayuntamiento le ha prestado varios millones de euros al Real Club Recreativo de
Huelva para levantar el embargo de Hacienda que tenía la entidad, habiendo tanto
paro y tanta pobreza en nuestros barrios. Supongo que para esos onubenses que
critican la expropiación del Ayuntamiento, y su actual gestión, el Decano
también es culpable ahora que tengan que venir a nuestros campos treinta mil
temporeros para dejar sin trabajo a las gentes de Huelva. Miren, señores, salvo
circunstancias especiales, como las enfermedades u otras (para las que hay
ayudas del Estado), todo el mundo tiene dos pies y dos manos para ir a trabajar
al campo, a la mar, a la mina, a los hoteles o a las fábricas, trabajos que
están repletos de personas que, por circunstancias, han tenido que desplazarse
hasta Huelva desde otras provincias o desde el extranjero. Siempre se ha
escuchado el dicho de “los onubenses, primero”, pero visto y comprobado el
pasotismo, la desidia y el conformismo barato de muchos de nosotros, es normal
que los empresarios prefieran otros perfiles de trabajadores. Aún estamos a
tiempo de luchar por lo nuestro.
Insisto,
si no queréis que el alcalde ponga más dinero para el Real Club Recreativo de
Huelva, os invito a que vayáis al Ayuntamiento, pidáis cita, como muchos hemos
hecho, y hablemos con él. O incluso, más fácil; pronto serán las elecciones; habladlo
con él igualmente a través de las urnas. Y, si alguno está por labor de
reclamar para Huelva esos siete millones de euros de en su día el Ayuntamiento
puso para el Decano, ¿por qué no reclamáis también todo el dinero público que
se ha empleado en la organización de la Semana Santa, no la del año pasado,
sino desde que se lleva haciendo? ¿Le vais a pedir también todo lo que nos ha
costado a los onubenses la organización todas las salidas de las Hermandades
Rocieras desde que tenemos registros, o esas procesiones Magnas que tanto nos
gustan a todos? ¿Vais a obligarlo a que devuelva todo el dinero público que ha
salido de nuestros bolsillos para la organización de todas las Ferias del Libro,
las Cabalgatas de Reyes, los Carnavales o todos los Festivales de Cine
Iberoamericano que se han organizado en Huelva desde que se comenzaron a hacer?
¿Reclamarás igualmente todo el dinero que ha costado montar las distintas
ferias y fiestas que tenemos los onubenses en el calendario, como las Colombinas,
la Cinta o San Sebastián, sin que muchos de nosotros las hayamos disfrutado
nunca?
Pensad,
todos aquellos que criticáis al Ayuntamiento por prestar dinero a un equipo de
fútbol (error, porque ya se ha demostrado que el Real Club Recreativo de Huelva
es mucho más que eso), que en nuestra ciudad hay onubenses que tampoco estarían
por la labor de que, desde el Consistorio, siga saliendo ni un solo euro para
cualquier otro tipo de evento, ya sea religioso, cultural o social; actos que jamás
han generado ni un solo euro para el Ayuntamiento, en contraposición al Decano
del Fútbol Español, que le ha dado a Huelva, a todos vosotros onubenses, y ahí
están los datos, mucho más que todas esas fiestas o eventos juntos a lo largo
de nuestra historia.
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