jueves, 29 de noviembre de 2018

ABUELO, NO ME OLVIDARÉ DE IR A VERTE

El sábado juega el Decano, y lo peor de todos es que muchos de nosotros ni siquiera tenemos conocimiento de ese importante encuentro. Y es que no podemos confundirnos, hermanas y hermanos recreativistas, aunque el Recre siga jugando un partido tras otro, y nuevos recreativistas nazcan a la par que otros desaparecen de este mundo, el Abuelo de todos aún sigue luchando en el día a día por su supervivencia, compitiendo con cada uno de sus suspiros, batallando por mantener el aliento a pesar de sus heridas y renunciando a claudicar ante el silencioso enemigo: el olvido de sus propios nietos, o sea nosotros. Porque no lo olvidemos nunca, y valga la redundancia: el Decano nunca se rinde.

Por todo ello, el Recreativismo ha de seguir teniendo esperanzas en lo que nos une, en lo que une a cada uno de nuestros corazones; en el orgullo con el que paseamos la albiazul por las calles de nuestra tierra, a pesar de que aquí apenas se respire el fútbol de antaño; en la grandeza de este legado eterno, capaz de dibujarnos aún a cientos de niños vestidos del Recre por escuelas y plazas, demostrando que todo esto está más vivo que nunca; en la vital necesidad de mostrar nuestra principal pasión, pese a quién le pese, con las banderas azules y blancas que cuelgan de nuestras fachadas y terrazas.

Después de tanto vivido, tanto sufrido, muchos dirían que ya no es necesario demostrar el poderío de la Afición Decana, sin duda, el principal baluarte del Real Club Recreativo de Huelva. Sin embargo, es ahora cuando el Abuelo más precisa de nuestra pasión, el momento en el que más requiere de nuestros pensamientos a diario, y el instante en el que más necesita de nuestra presencia a dónde quiera que cada uno de nosotros esté, sobre todo, en el Colombino el sábado, además de todos y en cada uno de los campos donde los jugadores del Real Club Recreativo de Huelva hagan relucir el escudo más bello del mundo.

Por lo tanto, hermano y hermana Recreativista, no te olvides del Abuelo. Búscalo en tu corazón y vístelo de azul y blanco. Paséalo por las calles y los pueblos de Huelva, no dejes que caiga en el hoyo del olvido y acude el sábado al Colombino armado hasta los dientes.

¡Viva el Recre, carajo!

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