domingo, 4 de noviembre de 2018

DESEMBARCO EN EL COLOMBINO


Faltan pocas horas para la nueva ofensiva que el Recreativismo lanzará sobre la orilla septentrional del río Odiel, con la única y suicida misión de recuperar el control del Colombino. Supongo que, después del último intento fallido de tomar la Isla de San Fernando, en el que muchos de los nuestros cayeron en el fragor de aquella terrible batalla, no seremos muchos los que nos armemos de valor, aprehendamos nuestras banderas como armas, y nos echemos a las calles de Huelva avanzando hacia el frente sin temor a la derrota.

Los nervios se acrecientan conforme el blanco y azul con el que se atavían nuestras tropas va haciéndose visible entre senderos, callejas y plazas de nuestros pueblos. Los saludos, los abrazos y los gritos de ánimos entre los recreativistas, sin duda, harán que nuestra determinación se amplifique a la hora de encontrarse con el enemigo, porque, aunque todos sepamos que sólo se trata de un partido de fútbol, el Real Club Recreativo de Huelva se jugará mucho más que la victoria.

Aquel o aquella que no se haya levantado hoy con la mente puesta en animar al Decano del Fútbol Español que se quede en casa. Aquel o aquella que no se ponga la camiseta del Recre desde que se levanta, que no salga de ella. El Abuelo sólo quiere hinchas comprometidos con la causa; sólo quiere a aficionados que se dejen el alma, la voz y las manos en la batalla. El Abuelo sólo quiere Recreativistas de verdad, armados hasta los dientes con los colores de Huelva. Los jugadores nos necesitan más que nunca, y vamos a darles algo que no olvidarán jamás, vamos a animarles más que nunca. Veremos cómo así, por fin, salimos victoriosos. ¿Qué tengo fe? Fe no, lo siguiente.

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